Sacado de aquí –> Un minuto con María
Guardar
Guardar
Guardar
Tu voto:
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Más
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Reddit (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pocket (Se abre en una ventana nueva)
«Si la así dicha posición “eclesiotípica” significara que la Virgen no es más que el grado más perfecto de la redención: la “perfecta redimida”, tipo [modelo] de la Iglesia, nosotros nos opondríamos […] a una concepción que desconoce el lugar singular que la Sagrada Escritura y toda la tradición cristiana, bien asegurada por el Magisterio Supremo de la Iglesia, reconoce a la Virgen entre Cristo y la Iglesia como Madre de Cristo y de los cristianos.»
Es una cita teológica, pero se entiende bastante bien.
Joaquín María Alonso, «El Corazón de María en la teología de la reparación», rev. “Ephemerides Mariologicae”, 27 (1977), pp. 332-333
Y esto se entiende pero bien:
«¿Qué hay después de Dios sino la Madre de Él?»
Sto. Tomás de Villanueva, sermón IV sobre la Natividad de la Virgen María, n.1 2: «Obras», Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1952, 213
Me gustaMe gusta
Pues soy algo torpe y no lo pillo del todo. Necesito que me lo expliques mejor.
Me gustaMe gusta
Me refiero a la primera cita.
Me gustaMe gusta