Iglesia preparada para las fiestas de Moros y Cristianos, empezando por las Misas de Difuntos, de la Compañía de Cristianos el 4 de enero, y la de Moros el 5 de enero.
6 de enero
Los Alardes: Son insultos, provocaciones, amenazas… entre los Moros y Cristianos. La realizan dos emisarios (uno de cada compañía) que llevan en la mano derecha una alabarda y en la izquierda, el Cristiano una espada y el Moro una cimitarra. Acaban con las descargas y el correr de banderas.
7 de enero
Las Guerrillas, muy divertidas, como siempre, con sus caballos de cartón-piedra y este año un cañón chulísimo.
Se encuentran las dos compañías, y los moros (los pequeños) se cuelan entre la tropa cristiana y les roban la bandera, después van al campo de batalla donde vemos un castillo de los cristianos y las haimas moras. Allí los moros rezan a Alá para que les dé la victoria, luchan y al final consiguen conquistar el castillo de los cristianos donde ondean su bandera. Van a la plaza con los rehenes y heridos a darles novedades a sus generales y a los oficiales.
8 de enero (Día del Santo Niño)
Antes de la Misa se representan los Dichos. Es precioso. En el primer encuentro, después de la batalla verbal pasan a las armas y los Moros se apoderan del Santo Niño. En el segundo encuentro, el Cristiano intenta convencer a los Moros pero como no lo consigue vuelven a luchar y esta vez vencen los Cristianos y recuperan al Santo Niño. En el tercer encuentro, el Moro se convierte. Es una maravilla el Credo que recita. Al final rezan juntos y se abrazan Moro y Cristiano.
9 de enero (Día de Mahoma)
Por la tarde las compañías se juntan en la Plaza para la toma y juramento de cargos de los nuevos Oficiales. Se saca al Santo Niño a la puerta de la Iglesia, se hacen descargas y los juramentos.
Este año hemos vivido algo que no había vivido nunca, el acompañamiento de las tropas mora y cristiana en el entierro de un hermano moro; fueron a recogerlo al tanatorio y lo acompañaron hasta la Iglesia, estuvieron las dos compañías en la Misa y después andando lo acompañaron al cementerio, hicieron una descarga fuera y otra dentro. Fue precioso, emocionante, impresionante, no tengo palabras para describirlo. Creo que para un Moro o Cristiano, el morir justo en las Fiestas del Santo Niño tiene que ser un honor y que lo acompañen las Compañías en ese momento también.
Descanse en paz él, así como todos los difuntos.
Corto pero muy buen explicado. Sobre el funeral pienso lo mismo. Se dice que ha pasado 3 veces en los últimos 50 años. No se si antes también.
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¡Gracias Maria Elena!
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De nada.
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